Por fin, después de lo que parecieron cientos de años de reivindicación de la Avenida Cataluña, hoy se hace posible. Al final, todo ha sido más fácil de lo que parecía gracias a que hay voluntad política. Esto es como el huevo de Colón: una vez que lo sabes hacer, solo hay que hacerlo.

La Avenida Cataluña es la última gran vía interurbana, la última carretera, que se mete hasta el corazón de la ciudad. El coste de urbanización de la parte queda es de unos 9, 5 millones de euros. Así que, allí nos fuimos Pedro y yo. A reunirnos con Íñigo de la Serna, Ministro de Fomento, para exigir el total de la cantidad.

Desde el principio teníamos claro que esto no se le había concedido a casi ninguna ciudad que no estuviera en la órbita del PP y que no tuviera un acuerdo político extraordinario. ¿Qué íbamos a hacer allá dos personas de ZEC? Pues al menos conseguir la cesión y algo de dinero… Y eso lo logramos bien porque alcanzamos 1,3 millones de euros y el compromiso del ministro para que la “cesión se lleve a cabo con celeridad”. Ahora, el total del importe de la obra, se completará con la parte que le corresponde a Ecociudad y los propietarios del terreno colindante que también tendrán que poner su parte. Juntos harán posible la reforma de la avenida. Que ya era hora.

Una reivindicación hecha realidad, un desbloqueo histórico para esos que dicen que ZEC no sabe negociar o que no sabemos llegar a acuerdos. En la misma semana un acuerdo con un ministro del Gobierno del PP y un acuerdo con un presidente de la Comunidad Autónoma del Gobierno del PSOE.

Además, no hemos dejado de trabajar a la espera de la cesión, desde Urbanismo hemos llevado a cabo la intervención en el solar del antiguo concesionario Opel para garantizar la seguridad en la zona y las obras de renovación del alumbrado público en la zona de Ríos de Aragón, con la instalación de 72 luminarias tipo led o la renovación de aceras y la redacción del proyecto de mejora de aceras en el tramo comprendido desde el puente del Ferrocarril hasta el número 253 de la avenida.

Sobre todo, enhorabuena a las vecinas y vecinos de la Avenida de Cataluña, que se lo merecían.

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