Se consuma la vergüenza. Hoy somos testigos de cómo la empresa constructora Brial ha introducido máquinas para comenzar a derribar Averly sin esperar a cerrar las negociaciones mantenidas con el Ayuntamiento para tratar de buscar una solución favorable para todas las partes que permita conservar la mayor joya del patrimonio industrial de nuestra ciudad.

El derribo de Averly nos entristece y nos llena de amargura, pero tenemos que ser contundentes: este derribo tiene rostro, caras y nombres responsables. Hace un mes, Zaragoza en Común proponía al resto de grupos políticos un plan para salvar Averly que requería de la valentía y decisión política que les faltó a PP, PSOE y C’s para votarlo a favor. Un plan que contemplaba conservar la totalidad del 100% de Averly, recogiendo las alegaciones de APUDEPA, que significaría coste 0 para las arcas de la ciudad y que respetaría los derechos de la propiedad, trasladando la construcción de viviendas a otra zona. Queríamos y seguimos queriendo que Averly se convierta en un espacio digno de la factoría de los sueños de modernidad que fue en el pasado, un espacio de uso social en el que las vecinas y vecinos pudieran disfrutar de un gran equipamiento público social y cultural. Los informes del servicio y la voluntad social lo avalaban y un juicio todavía pendiente debía determinar la catalogación de algunos de los edificios del complejo, derribar patrimonio sin que se haya pronunciado un juzgado es una acción que tendrá consecuencias.

Una parte sin su conjunto pierde su sentido y una ciudad desmemoriada está condenada a repetir una y otra vez los mismos errores. La Torre Nueva o el fantástico edificio de la Universidad de Zaragoza en la Plaza de la Madalena son ejemplos claros de que a esta ciudad ya se le han secado las lágrimas por el patrimonio perdido. No queríamos que Averly fuese un caso más en la larga lista de expedientes que los futuros habitantes de Zaragoza lamentarán en el futuro.

Los rostros, caras y nombres de quienes han permitido esta atrocidad tienen cómplices, son quienes dicen representar y velar por los intereses de las aragonesas y aragoneses. El Gobierno de Aragón busca enemigos tras los bienes de Sijena mientras mira hacia otro lado en el derribo de Averly.

Desde Zaragoza en Común expresamos nuestra tristeza por el derribo de Averly y reconocemos la ingente labor de APUDEPA y de los defensores del patrimonio de la ciudad que durante todos estos años no se han resignado ante la especulación. PP, PSOE y C’s tienen graves responsabilidades políticas y tendrán que ser consecuentes de sus decisiones. No todo vale para enriquecer a las grandes constructoras y familias de la ciudad.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies