Los candidatos Paco Iturbe y Alberto Cubero han denunciado las cláusulas abusivas del contrato de este nuevo dragado sacado a concurso por Jerónimo Blasco

Zaragoza, 8 de abril de 2015.- “Zaragoza se encuentra a las puertas de su enésimo dragado y hay que explicarle a la gente que estas actuaciones son inútiles, caras y dañinas para el río, además de que no se hacen con otro objetivo que permitir la navegación de los Ebrobuses”. De este modo, Paco Iturbe, junto con Alberto Cubero, ambos candidatos de la lista de Zaragoza en Común para ganar el Ayuntamiento, han comparecido ante los medios de comunicación para criticar la actitud del equipo de gobierno municipal y denunciar un contrato de dragado “que es un regalo para la empresa”, como ha explicado Cubero.
“Los dragados son inútiles por la propia dinámica fluvial: quitamos gravas de un lugar, pero luego el río las acumula en el mismo sitio”, explica. “Por tanto, la inutilidad queda demostrada cuando el Ayuntamiento se empeña en repetirlo año tras año”, ha explicado Paco Iturbe.
Los candidatos de Zaragoza en Común han señalado el “engaño que supone el eufemismo esgrimido este año, hablando de reubicación de gravas en lugar de dragado”. “Este intento de engaño se puede desmontar fácilmente revisando cualquier manual de ingeniería y revisando la revisión de dragado”, apunta Iturbe. “Estamos ante una actuación cuyo único fin es exclusivamente permitir la navegación de los barcos turísticos, una actividad artificial”, ha añadido. En este sentido, ha recordado que el contrato pide que se “retiren gravas de una parte para volver a colocarlas en otra parte del Ebro”.

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Alberto Cubero ha subrayado “el sinsentido que supone que un contrato de obra menor, como supone este concurso por valor de 60.000 euros, tenga una cláusula de confidencialidad”. Además, ha advertido que se ha incluido otra cláusula que supone que la empresa cobrará esta cantidad se decida o no hacer dicho dragado finalmente.
Por último, Iturbe ha alegado que “un dragado es dañino porque es como si le arrancamos la piel, arrasando con el fondo del río donde viven algas y macro invertebrados, alimento de peces y aves, lugar de desove de las almejas”.
Ante las preguntas sobre si los dragados pueden evitar los daños de las riadas, como la que ha sufrido Zaragoza y los barrios rurales y pueblos de la ribera, Iturbe ha señalado que, precisamente, excavar canales dentro del río hace que las gravas se acumulen en otras partes donde antes no lo hacían, precisamente más cerca de las casas, y es por ello que un dragado todavía puede generar mayor riesgo.

 

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