Pilar Imaz y Raúl Burillo también han opinado sobre la petición de cesión del estadio municipal de la Romareda al Ayuntamiento por 75 años, considerando que “se está hurtando un debate a la ciudadanía”. Se reconoce la necesidad de realizar arreglos en el campo pero se subraya que “es un debate urbanístico, no deportivo”

Zaragoza, 15 de abril de 2015.- “Situar la ética en el centro de la actividad política”. Éste ha sido uno de los compromisos anunciados hoy en rueda de prensa por los candidatos de Zaragoza en Común Raúl Burillo y Pilar Imaz. Ambos han expuesto las propuestas de la candidatura municipalista sobre transparencia y control ciudadano del gasto público para el Ayuntamiento de Zaragoza. “Ofrecemos una valiosa medicina contra la lacra de la corrupción: nuestro código ético”, ha destacado Pilar Imaz.

“No nos avala ningún poder económico –subraya Imaz-, nuestros “padrinos” no van a ser las grandes élites, ni personajes de dudosa legitimidad moral”. “Somos libres e independientes a la hora de tomar decisiones en el Ayuntamiento, no le vamos a deber nada a ninguna entidad financiera, cero créditos bancarios, nuestro aval serán los votos de la gente, y a ellos dedicaremos nuestra acción de gobierno”. “Nuestras madrinas y padrinos van a ser las gentes de Zaragoza que van a poder conocer y valorar al minuto nuestro trabajo.

En este sentido, Burillo ha destacado cuáles van a ser las medidas para mejorar la transparencia del Ayuntamiento propuestas por Zaragoza en Común. Además de la elaboración de un plan integral de participación ciudadana, se revisarán las competencias del Consejo de Ciudad y se empoderarán los órganos sectoriales y territoriales de participación. Por otra parte, se ha comprometido a hacer partícipe a la ciudadanía del próximo debate presupuestario, que será el de 2016. Burillo ha hecho hincapié en que medidas como ésta o seguir apostando por los datos abiertos (Open Data) son importantes, “pero saber explicar y transmitir esos datos a la gente lo es mucho más”. En este sentido, ha anunciado auditorías internas permanentes y traslado de dicha información tanto a los observatorios ciudadanos pertinentes como a los órganos de control y fiscalización públicos.

Raúl Burillo también ha anunciado otros dos pilares de la acción de gobierno que propone Zaragoza en Común: un sistema de financiación suficiente (con ingresos y gastos sociales) y una administración eficiente. “En un entorno de crisis es fundamental adaptar el sistema tributario a la capacidad económica del ciudadano –ha incidido Burillo-, los impuestos deben ser progresivos y justos”. “Hoy se hace demagogia electoralista desde algunos partidos cuando se anuncia que se van a bajar impuestos y aumentar los gastos, pero eso es mentir”, ha lamentado, recordando que Zaragoza tiene una deuda desproporcionada y que se dilapidan demasiados fondos públicos en financiar dicha deuda.

Burillo ha hablado sobre algunas de las tasas municipales que no se adaptan al coste real del servicio y ha puesto como ejemplo el servicio de grúa. “El ciudadano no puede pagar una mala negociación con las contratas”, ha destacado. También ha reclamado una financiación suficiente de los servicios prestados, reivindicando una Ley de Capitalidad con contenido económico real para la ciudad de Zaragoza.

Asimismo, ha expuesto propuestas sobre eficiencia, destacando la de “hacer una estructura organizativa más simple, estudiando la rentabilidad de oficinas y patronatos, limitando las externalizaciones puesto que tenemos muchos y muy buenos funcionarios”. Otro de los compromisos expresados por ambos candidatos es el de “acabar con las megalomanías”.

Una Romareda adaptada a las necesidades reales de la ciudad y del club
Sobre la petición de cesión del estadio municipal de la Romareda al Ayuntamiento por 75 años, considera que “se está hurtando un debate a la ciudadanía”. Burillo, que se declara zaragocista de toda la vida, ha señalado que éste “es un proyecto urbanístico, no deportivo”.

Desde Zaragoza en Común se hace un llamamiento a no hacer de éste un debate electoralista por parte de las fuerzas políticas, puesto que es un asunto de ciudad, que compromete un equipamiento público a muy largo plazo (75 años) y se reivindica una Romareda adaptada a las necesidades reales de la ciudad y del club.

 

 

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