Los resultados del pasado 20D permiten iniciar una nueva etapa en el Estado. Son la continuidad directa de las elecciones municipales. En mayo de 2015 irrumpieron cientos de iniciativas ciudadanas, dando lugar a gobiernos del cambio en numerosas ciudades, incluyendo varios de los municipios más importantes del Estado.

El 20D ha supuesto una oportunidad fruto de muchas esperanzas acumuladas. Pero también ha sido el resultado de muchos sufrimientos. Desde 2008, la crisis y su gestión neoliberal han convertido España en el Estado puntero de Europa en desigualdad social. Una situación que tiene rostros que cada día nos encontramos en la calle y nos interpelan: se llama pobreza, se llama precariedad, se llama desahucios…

Estamos ante la oportunidad de construir un gobierno por el cambio que asuma dar respuesta a los retos del Estado y a las necesidades de su gente. Un gobierno que pueda rescatar a las personas, poniendo la vida en el centro de las políticas públicas; romper con la austeridad, reconocer y defender la pluralidad nacional y el derecho a decidir, acabar con la corrupcion y avanzar en materia de derechos y democracia.

Desde los municipios demandamos este cambio también para impulsar una tercera descentralización. Un gobierno de cambio en el Estado debe promover un nuevo marco legislativo para los ayuntamientos. Los municipios necesitamos disfrutar de la autonomía y la suficiencia financiera que nos permita dar respuesta a las necesidades de nuestros vecinos y vecinas

La aritmética del Congreso es clara: salen los números para un gobierno de coalición para el cambio. Esta fórmula de gobierno estaría apoyada por la mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria. Así lo expresaron con toda claridad la mayoría de los portavoces de los diferentes grupos de la cámara. Sólo falta que el PSOE tenga la voluntad de dar el paso. Desgraciadamente, en esta primera ronda de investidura no parece que sea posible construir un gobierno al servicio de la gente. El país ha cambiado mucho y se está iniciando una nueva etapa. Despues de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, parecía que el PSOE había entendido el mandato de cambio surgido de las urnas. ¿Por qué los acuerdos postelectorales que valieron entonces no se pueden materializar ahora?

En numerosos ayuntamientos, diputaciones provinciales y comunidades autónomas se alcanzaron acuerdos basados en políticas de cambio. En numerosos lugares, ell PSOE apoyó a las plataformas municipalistas, mientras que en muchos más fueron éstas las que apoyaron a los socialistas. Ningún ayuntamiento capital de provincia está gobernado mediante acuerdo entre PSOE y Ciudadanos. Tan sólo en una comunidad, Andalucía, se dio ese tipo de acuerdo para alcalzar la presidencia. Nos preocupa que esta situación histórica de cooperación entre fuerzas diversas se frustre en el Congreso a la hora de formar una mayoría de gobierno. No es a cambio de nada, sino sobre propuestas programáticas, acuerdos y cesiones en base a negociaciones realizadas de forma publica y transparente y que sigue a dia de hoy experimentando formas de apoyo de cooperacion. Los acuerdos postelectorales entre las plataformas ciudadanas y el PSOE sí están siendo a cambio de algo: de que puedan funcionar gobiernos de cambio que cierren el paso a las políticas neoliberales de la vieja y la nueva derecha.

Somos conscientes de las posibles presiones internas y externas que estará recibiendo el PSOE para que se decante por un gobierno de gran coalición escorado a la nueva y vieja derecha. Lamentamos que sean sus miedos e intereses los que hayan evitado hasta ahora aprovechar esta oportunidad. Pero los intereses del IBEX 35 no pueden frenar la oportunidad que ahora se nos brinda para un gobierno de cambio, un gobierno que puede componerse de inmediato si el PSOE tiene voluntad. El PSOE debe  elegir entre seguir las instrucciones del IBEX 35, optando por algún formato de gran coalición, o bien comprometerse con la ciudadanía para dar respuesta a los retos de este país. Un go

bierno de coalición como el que reclamamos no sólo tendría mayoría parlamentaria, sino que además estaría respaldado por 11 millones de votos, la mayor cifra que haya respaldado un gobierno del Estado en nuestra historia.

Creemos que la experiencia de los ayuntamientos del cambio y, sobre todo, la ilusión y la fuerza de millones de personas se merece nuestra audacia. Se trata de escuchar el mandato de cambio emanado de las urnas, aprovechar la voluntad mayoritaria expresada esta semana en el Congreso y empezar a trabajar de inmediato impulsando la experiencia que se inició el pasado mes de mayo: para que haya en el Estado un gobierno de coalición por el cambio real.

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