El área de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza ha retirado del Registro Contable de Facturas cuatro facturas que superan los 500.000 € reclamadas por la sociedad municipal Ecociudad Valdespartera y que corresponden al final del amueblamiento del Centro de Urbanismo Sostenible.

¿Qué son y de dónde vienen estas facturas?

El origen de estas facturas se encuentra en la construcción del Centro de Urbanismo Sostenible, aprobada en mayo de 2006. El CUS estaba presupuestado inicialmente en 1.500.000 €, pero tras una serie de modificaciones que han sido asumidas por los diferentes equipos de gobierno con partidas de Urbanismo destinadas, este edificio acabó costando finalmente 3.800.000 € (sin incluir el IVA).

El 7 de octubre de 2015, un día después de la inspección sorpresa de Teresa Artigas y Alberto Cubero a la depuradora de la Almozara, Ecociudad Valdespartera reclamó cuatro facturas al Ayuntamiento. Son 500.000 € en mobiliario y decoración entre cuyos objetos se encuentra por ejemplo un reloj de sol por valor de 15.430 €.

El actual área de Economía descubre en ese momento que ese mobiliario no ha sido ni reconocido, ni inventariado como bien municipal y que estas facturas no se corresponden con la encomienda de 2006, sino que pertenecen a septiembre de 2010, están ya pagadas y además, repercuten negativamente en la morosidad del Ayuntamiento en cuanto a pago a proveedores y en el estricto Plan de Ajuste, al que el Ayuntamiento de Zaragoza está sometido por el gobierno central.

¿Qué va a hacer el actual área de Economía?

El área de Economía ha anulado esas facturas y las ha retirado del Registro Contable de Facturas. Los vecinos y vecinas no pueden pagar 500.000 € por unas facturas ya abonadas de un mobiliario del que no hay constancia y que se han quedado en un cajón durante cinco años.

Los concejales Teresa Artigas y Alberto Cubero, exigirán además responsabilidades políticas y a Ecociudad. Se va a pedir toda la información necesaria sobre las facturas, el expediente y por qué esos muebles no fueron inventariados. La empresa y quienes permitieron este despilfarro tienen que dar explicaciones.

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