Este fin de semana hemos participado en “Enfortir els béns comuns des del municipalisme” (fortalecer los bienes comunes desde el municipalismo). Una intensa y productiva jornada de debate entre entidades, movimientos sociales y organizaciones políticas, organizada por Barcelona en Comú y la Fundación Rosa Luxemburgo (oficina de Bruselas), a quienes agradecemos su invitación al evento.

El viernes por la tarde, Luisa Broto participó, junto con representantes de Barcelona, Madrid, Iruña, Badalona, Cádiz, Coruña y Santiago, en la mesa inaugural sobre el asalto institucional, los retos y expectativas de los nuevos gobiernos. Un debate en el que los participantes explicaron las relaciones con los movimientos sociales en el contexto de cada ciudad, antes y después de las pasadas elecciones municipales. A pesar de la multiplicidad de experiencias y diferencias en los entornos municipales, las y los ponentes destacaron las limitaciones que los ritmos de la institución imponen a la hora de llevar a cabo transformaciones políticas profundas y el importante reto que las ciudades del cambio tienen ante sí: construir un movimiento popular fuerte que sostenga la transformación social.

A lo largo del sábado trabajamos en talleres sectoriales enfocados en temas como el cooperativismo, servicios públicos, vivienda, participación y espacio público, donde ponentes procedentes de diversos movimientos políticos y sociales nos explicaron sus experiencias en cada uno de los ámbitos en los que trabajan, para poner en común perspectivas y estrategias. Por la tarde se puso en común el trabajo en los talleres, sacando una conclusión muy clara: las ciudades del cambio tenemos el reto de cambiar las maneras de hacer y explicar la política y hacerlo mediante la participación tiene que ser la normalidad y no la excepción.

La jornada finalizó con un debate abierto con distintos movimientos sociales (PAH Barcelona, Acción contra la Pobreza Energética de Catalunya, Plataforma en defensa del Ebro, Plataforma ciudadana para la auditoría pública de la deuda, Catalunya No al TTIP) para analizar las relaciones con las instituciones y los principales retos a corto y medio plazo, destacando la necesidad de poner en marcha nuevos mecanismos entre el activismo social y los ayuntamientos que permitan una comunicación y relación más ágil y al mismo tiempo desde los gobiernos municipales del cambio, aprender a gobernar de manera articulada con los movimientos sociales.

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