Mariano Rajoy no ha sorprendido a nadie y ha presentado un gobierno continuista con el anterior que tantos recortes y sufrimiento han significado para la población. Por supuesto, también para la zaragozana.
Un gobierno continuista en las personas supone una continuidad en las politicas, es malo, pero como Rajoy no varió su discurso, una renovacion de caras tampoco aseguraba cambios a mejor.
Rajoy presenta un gobierno sometido a la disciplina de Bruselas y la Troika, que no dudará en presentar un plan para recortar 5.500 millones de euros en los próximos días, en vez de enfrentarse para aplicar otra política económica distinta que tenga en cuenta a las personas. Por eso continúa Luis de Guindos.

Es un gobierno que mantiene a su ministro de educación para que no haya cambios en las políticas educativas, en la LOMCE. A la ministra de empleo para que continúe la precariedad y la desesperanza en miles de familias.

Un gobierno que se ríe directamente de los ayuntamientos, manteniendo al ministro que más daño ha hecho a la autonomía local. La continuidad de Montoro en Hacienda es una noticia desastrosa para una política fiscal justa y redistributiva. Hace unos días, el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza a propuesta de Zaragoza en Común, pedía un cambio radical en los objetivos económicos del gobierno de España, con la derogación de la Ley Montoro.

No nos podemos olvidar de la responsabilidad de Javier Lambán y Carlos Pérez Anadón en que hoy se nos presente este gobierno. El golpe dado en el interior de su partido a Pedro Sánchez ha provocado un gobierno continuista, malo para la gente, malo para Zaragoza.

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