Os quiero hablar de algo que parece pequeño y sencillo (y lo es, salvo que nadie nunca se atrevió a hacerlo) pero que supone un cambio profundo en las relaciones económicas. Se trata de lo que hemos denominado Operación Baldosa. En realidad hablo de un contrato a 3 años por 4,5 millones de euros extras para hacer un plan de choque en el arreglo de la aceras de nuestras calles, darles más accesibilidad, evitar caídas, etc.; ya sabéis, en esa línea del Urbanismo de las Cosas Sencillas que consiste en invertir en lo que le hace la vida más fácil a la mayoría de la gente. Pero es que además, esta Operación Baldosa entraña una gran novedad: Por primera vez en nuestro Ayuntamiento, y creo que en nuestro país, se saca un contrato de este volumen (4,5 millones) a contratación restringida. Es decir, sólo se permite que se presenten a este concurso empresas de inserción (economía social). Se favorece así desde el Ayuntamiento un modelo de empresa que contrata a trabajadores con difícil empleabilidad (personas mayores cualificadas que el mercado ya no requiere, jóvenes con dificultades,…). Empresas valiosas, que promueven la economía local, que tienen buenas condiciones laborales y que tienen valores. Empresas que harán su trabajo pensando en el bienestar de la ciudad.
De verdad que me siento orgulloso de esta medida, porque cambia las reglas del juego y sobre todo abre una puerta a poner unas condiciones más justas en el mercado