La decisión del Gobierno de Zaragoza de municipalizar el servicio de atención telefónica del 010 ha sido recurrida por Delegación del Gobierno y por la CEOE. A muchos/as podría sorprender por qué la gran patronal y el Estado se preocupan por una decisión que afecta a un servicio municipal de 14 trabajadoras. Obviamente el problema no es el 010, al poder económico y a sus tentáculos en la política lo que les preocupa es que se abra una pequeña grieta en el enorme negocio de la privatización de los servicios públicos. Y más aún cuando tienen puestas sus garras en ampliar este negocio, especialmente en el ámbito de la sanidad pública.
La decisión del Gobierno de Zaragoza ha sido jurídicamente correcta y socialmente justa, pero los recurrentes de esta medida son muy poderosos/as y el futuro ahora mismo de esta municipalización es incierto. En estos momentos, la jueza ha suspendido de forma cautelar el rescate y estamos a la espera de conocer su sentencia, que sabremos dentro de unos meses. Por muy correcta que haya sido la medida, la batalla entre los servicios jurídicos municipales y todo el poder de la CEOE y del Gobierno central es claramente desigual.
Los recursos de la CEOE y de la Delegación del Gobierno, unido a la campaña de PP, PSOE y Ciudadanos, cuyos argumentos son ampliamente reproducidos por las empresas de comunicación, nos demuestran que estamos tocando los intereses de los poderosos y poderosas. Pero Zaragoza en Común no se presentó a las elecciones para hacer amigos entre los que tienen el dinero, ni para asegurarse una puerta giratoria en ningún Consejo de Administración, ni para cobrar ninguna mordida por mirar a otro lado mientras las grandes contratas incumplen con sus obligaciones. Las y los concejales de Zaragoza en Común entramos al Ayuntamiento para cumplir con nuestro programa, con nuestra palabra que habíamos dado ante la ciudadanía y que habíamos firmado ante notario. Y así los vamos a seguir haciendo, y los ataques de la patronal y de los partidos del régimen no sirven más que para animarnos y para indicarnos que estamos yendo por el buen camino.