La alimentación es una necesidad básica que no sólo tiene implicaciones en la salud; cómo y qué se cultiva, cómo cocinamos y qué hacemos con los residuos, son elementos a tener en cuenta en nuestro modelo alimenticio.

Los comedores de las Escuelas Infantiles Municipales suponen una oportunidad para actuar e incidir sobre esta realidad. Pensando en un modelo diferente de encarar la alimentación infantil en el mes de febrero hemos sacado el nuevo pliego para la contratación de este servicio, profundizando en este cambio de modelo. Hacemos hincapié en tres aspectos: calidad del producto a servir, importancia del proceso educativo vinculado a la alimentación, y afecciones medioambientales del circuito alimenticio. Es el primer contrato municipal que incorpora los criterios de sostenibilidad en la compra pública de alimentos.

Incidir en el modelo agroecológico nos permite profundizar en modelos de soberanía alimentaria de calidad primando el consumo de proximidad y apoyando proyectos como la recuperación de la huerta zaragozana. Esta apuesta por la calidad la complementamos con otras actuaciones como la limitación de fritos y congelados, la prohibición de ciertos pescados y la opción de escoger un menú vegetariano y dietético, incluyendo la supervisión de una persona nutricionista. En los casos de menús dietético y vegetariano se hará una adaptación real que no sea sólo la eliminación del producto que no se puede consumir.

Educar en una buena alimentación desde la infancia abre la posibilidad de un cambio y, para promover su generalización, hemos considerado básico incluir a las familias y al personal involucrado en la elaboración de la comida. Quien se haga cargo del servicio deberá impartir formación y sensibilización en pedagogía, salud y alimentación para las trabajadoras adscritas a este contrato. Además, la empresa ofertará a principio de cada curso escolar una charla informativa sobre los menús. De esta forma permitirá tomar conciencia de la importancia de la alimentación, ayudando a cuestionar los modelos de alimentación más generalizados.

Incidimos también en el valor medioambiental del servicio. La empresa deberá aplicar cuantas medidas preventivas sean necesarias para evitar la generación de impactos medioambientales negativos durante la realización de los trabajos y, en caso de que éstos se produjesen, deberá adoptar las medidas correctoras necesarias para subsanarlos.

Con la mirada puesta en el cambio de modelo, trabajamos desde lo pequeño para ir orientando las practicas habituales en un sentido transformador de la realidad que nos permita el buen vivir.

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