Apoyamos las actividades convocadas por la Coordinadora Biscarrués – Mallos de Riglos contra el pantano de Biscarrués durante toda esta semana en Zaragoza y que culminarán el domingo 25 de junio con una manifestación que recorrerá el centro de la ciudad.

El Ministerio de Medio Ambiente ha sacado a información pública el proyecto del pantano de Biscarrués en el río Gállego, un nuevo proyecto que costaría 126 millones de euros y que afectaría de manera irreversible a la economía local de los municipios de la zona de La Galliguera.

Compartimos la preocupación en torno a la construcción del pantano de Biscarrués y es que los datos dejan muchas dudas sobre su sostenibilidad: en los últimos 24 años ha habido tan sólo 53 días en los que el caudal pasó de 120 m3/s, lo que supone en media 2,2 días al año y por otro lado en lo que se refiere a la función de laminación de avenidas, las crecidas son mucho menos frecuentes desde 1980, fecha desde la que están operativos los embalses de Búbal y Lanuza, aguas arriba. Tomando los datos oficiales que ofrece Iberinsa en la memoria del proyecto sobre lo que se paga por canon y tarifa en el sistema de Riegos del Alto Aragón, la suma daría 0,004359 €/m3. Una cantidad que multiplicada por el incremento medio de 10.390.000 m3/año regulados, produciría una recuperación para las arcas públicas de 290 €/año, lo que representa apenas el 0,88 % de los 5.140.997 €/año de costes, es decir menos del 1%.

Razones ambientales y económicas que para Maribel Martínez, portavoz de Zaragoza en Común, son motivo suficiente para “sospechar que estamos ante otra nueva obra hidráulica faraónica que tiene graves afecciones para los pueblos y vecinos y vecinas de La Galliguera”. La construcción del pantano de Biscarrués supone importantes afecciones al turismo y a la economía de la zona, cuantificadas en la pérdida de más de 300 puestos de trabajo directos e indirectos. La pérdida del río Gállego como estabilizador de población en la comarca es un “duro mazazo a un medio rural que lucha por sobrevivir a la despoblación y el abandono” señala Carlos López, portavoz de ZeC.

“Como municipio apegado a su río, conocemos bien el problema del agua en Aragón y sabemos que la solución no pasa por favorecer los intereses de las empresas que se lucran con las grandes obras”, concluyen los portavoces de ZeC. “Es necesario avanzar hacia un modelo de gestión del agua que respete las características y necesidades de los municipios y el modo de vida de sus vecinas y vecinos”.

Animamos a la ciudadanía de Zaragoza a participar en las convocatorias organizadas por la Coordinadora Biscarrués – Mallos de Riglos: charlas informativas los días 19, 20 y 22 de junio en el Centro Joaquín Roncal, Centro Social Luis Buñuel y en la Asociación de Vecinos Venecia, respectivamente y la manifestación convocada el domingo 25 de junio a las 12 horas, que desde Plaza del Pilar, recorrerá el centro de Zaragoza hasta la Confederación Hidrográfica del Ebro.

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