Vivimos en un mundo donde la violencia sexual hacia las mujeres es una experiencia común. La cultura de la violación es una forma de normalizar, permitir e invisibilizar esta violencia sexual.

La cultura de la violación acoge comportamientos en los que se cosifica a la mujer, culpándola de las agresiones sexuales y trivializando la violación o incluso se niega a reconocer el daño de ciertas formas de violencia sexual que no se ajustan a los estereotipos de violación violenta. Traslada la imagen de que además disfrutamos con ello, que sacamos beneficio del tipo que sea y que la culpa es nuestra por hablar con esos chicos, por beber, por bailar, por como vamos vestidas, por volver solas a casa … Los culpables de todas las violaciones son los violadores. Se creen que las mujeres son suyas, que se pueden apropiar de ellas cuando quieran y que además es todo una broma, forma parte de la diversión.

Hoy hace un mes de la sentencia del caso de “ La Manada” , esta violación es solo una más de las muchas que se producen cada día, esta es una sentencia más de las muchas que vulneran nuestros derechos, es una manera más de culpabilizarnos y cuestionarnos a las mujeres, de tratar de silenciarnos.

Es necesaria la integración de la perspectiva de genero en todas las instituciones además de la consideración jurídica y social de las violencias machistas en todas sus formas. Debemos exigir al Estado que asuma su responsabilidad en la implementación de medidas dedicadas a prevenir, proteger y reparar a las mujeres que han sufrido violencia sexual.

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