Hablar de empleo equivale para muchas personas a hablar de precarización, temporalidad, falta de ingresos, pobreza… o incluso de la ausencia del mismo, La crisis económica, que quisieron hacernos creer como algo grave, pero puntual, no es tal. Esta crisis es sencilla y llanamente una profundización en el paradigma neoliberal de desregulación, precarización y retraimiento de lo público en todos los ámbitos, en un contexto de globalización, deslocalización económica y movilidad sin control del capital.

Un paradigma que nos sitúa ante una crisis ecológica de proporciones inéditas (colapso climático, crisis energética…) que pone en riesgo nuestra propia existencia como especie y que considera la dominación de unos sobre otros como la forma natural de relación, y que discrimina en el acceso al empleo a mujeres, personas de otras razas y de origen extranjero, personas con discapacidad…

Desde Zaragoza En Común sabemosque los ayuntamientos, los municipios, son un escenario privilegiado desde el que trabajar por la igualdad, la defensa de los derechos y condiciones laborales que nos permitan una vida que merezca la pena ser vivida.

Los ayuntamientos son la principal entidad empleadora del país. El Ayuntamiento de Zaragoza cuenta con una plantilla 5.100 personas y cerca de 10.000 empleos indirectos en servicios externalizados, conveniados y subvencionados, que además cuentan con una importante herramienta en la contratación pública para potenciar condiciones dignas en las empresas que les proveen de bienes y servicios.

Por todo ello, el Gobierno de Zaragoza en Común ha tratado de poner en el centro de sus prioridades el empleo, no solo velando por la calidad del puesto de trabajo de las personas contratadas directamente, sino por la mejora de todos los empleos vinculados al Ayuntamiento.

Zaragoza en Común ha revertido la destrucción de empleo en su plantilla diezmada por las políticas de austeridad marcadas por Bruselas y Madrid, y obedientemente ejecutadas por el gobierno anterior del PSOE, con más de setecientos empleos destruidos.

Zaragoza en Común ha peleado por hacer posible la remunicipalización de los algunos servicios externalizados para, además de mejorar la calidad de los mismos, lograr un sustancial avance en las condiciones laborales de estas plantillas.

Hemos incorporado cláusulas sociales a los contratos, para tratar de proteger la calidad del empleo (prohibición de no minorar las condiciones del convenio haciendo inútil la nefasta reforma laboral de Rajoy, rescisión del contrato en caso de impago de nóminas, puntuación del porcentaje indefinido de la plantilla, prohibición de reducir la plantilla y control riguroso de la misma, etc.).

Hemos incorporado cláusulas de género que introducen medidas correctoras de las desigualdades laborales a las que se enfrentan las mujeres (tendencia a la paridad en la contratación nueva, obligatoriedad de medidas de conciliación, obtención de datos desagregados por sexo…).

Hemos trabajado para mejorar las condiciones de los convenios de colaboración, de forma que los pagos a las entidades sociales fueran ágiles y no implicaran demoras en los pagos de los salarios o en la contratación y, cuando los bloqueos presupuestarios por parte de la oposición nos lo ponían casi imposible, buscar partidas suficientes para poder tramitarlos y no dejar en la calle a nadie.

Sólo con más empleo público se puede mejorar la calidad de los servicios y apostar por una ciudad con empleo de calidad, que mire por el bienestar de su ciudadanía.

Hemos iniciado un camino que necesita seguir recorriéndose. A sólo tres semanas de las próximas elecciones municipales, no podemos olvidar qué partidos apuestan por la precariedad y la desigualdad y cuál es nuestro lado.

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