[cml_media_alt id='213']rueda de prensa de Ganemos zaragoza[/cml_media_alt]

El Llamamiento ya vuela: “…vecinas y vecinos con derecho a construir la ciudad que queremos, al servicio del bienestar colectivo, no del dinero. Con este deseo, llamamos a ganar el cambio en la calle y también en las urnas… Aquello que parecía imposible no era más que miedo y desconfianza que ahora podemos transformar en ilusión y apoyo mutuo. Es tiempo de una nueva política, es el tiempo de la gente. Te animamos a participar en un proceso construido desde abajo con el objetivo inmediato de crear una candidatura donde todas las personas, seamos protagonistas… Un proceso amplio y expansivo de cambio político…para una revolución democrática”.

Estas palabras y su sentido ya surcan el viento como “un velero bergantín” o como el que “azota desde el mar”. Puro cierzo del noreste que llega desde el Moncayo. Lo hemos contado a la prensa. Esta vez no nos pudimos sentar porque no había sillas ni estábamos convocadas las personas que no ejercemos el periodismo o algo parecido. Pero fuimos porque nos habíamos convertido en parte y queríamos ver la rueda de prensa de pie en la calle frente al Ayuntamiento. Había más mirones, mirones de los que miran con interés, deseo y curiosidad, características positivas y necesarias para la gente.

A la prensa le interesa sobre todo nuestra hoja de ruta. Podría ser una pregunta de la vieja política pero igualmente tendrá una respuesta de la nueva, de otro modo de hacer política, más política de más gente. Hemos contado que nos esperan cuatro hitos esenciales: un proyecto de trabajo en cada barrio de la ciudad, para vincular a toda la gente y “Caminar Preguntando”, para abrir un debate sobre el barrio que queremos construir alejados de las decisiones de las cúpulas, tan enlazadas con las oligarquías financieras, de la construcción y de la energía. Trazaremos un mapa de necesidades, deseos y modelos para luego configurar un programa electoral colaborativo. Y, después, una candidatura popular a las elecciones de mayo de 2015, lo que nos llevará al cuarto y último hito marcado para iniciar el cambio: ganar el Ayuntamiento.

Y sí, somos personas, un montón de personas que trabajamos en red y en grupos de trabajo entre asambleas, ya tenemos un grupo de metodología y otro de comunicación subdivididos en múltiples tareas y mucha actividad en redes. No somos un caldo de siglas, somos individuos militando en partidos, sindicatos y organizaciones sociales y en asociaciones vecinales. E individuos que no militamos en ningún otro sitio. O que formamos parte del movimiento ecologista. O de las mareas. O en todos los sitios a la vez o en ninguno. Y sí, esperamos todo el apoyo de la gente de Podemos y de Izquierda Unida y de Equo y de CHA y de Puyalón…. Ellos trazarán su ruta para confluir en el rio que estamos generando.

Ahora nos acercamos a los periodistas. Les contestamos todo lo que preguntan. Hoja de ruta, partidos políticos, candidaturas… Son amables y creo que han vislumbrado la energía, la imaginación y la valentía con que impulsamos este proyecto. Un periodista incluso nos quiere comprar una chapa con nuestro logo y se la regalamos: las redes de la ciudad que tejen su propia obra y una Z en el centro. Hay una mosca cerca de mi cara y, cuando la aparto con la mano, me doy cuenta de que también he apartado los miedos de anoche. La gente, su poder, haciendo política para cambiar. Lo que antes era miedo es hoy esperanza y optimismo. Anoche temblaba. Hoy no.

La prensa se va y yo respiro y miro al sol de frente. Estamos en el patio del Edificio Seminario que alberga casi todas las dependencias municipales. Es un símbolo. Estamos en la calle, delante, para marcar el camino que hemos de trazar lejos de los dueños de las cosas y para recuperar la ciudad de los ciudadanos y ciudadanas. Necesito algo fresco. Agua.

¿Qué por qué hablo así? ¿Qué quién soy? Soy un sujeto colectivo, casi como en una novela de Belen Gopegui. Un día soy todas, otro también o sólo una parte. Un día me levanto como vecina, otros como profesional. Mañana, a lo mejor soy un jubilado o un precario, uno de los miles de precarios en Zaragoza. Seguramente una parada. Quién sabe. Puede que ya no cite versos ni novelas sino las enseñanzas del rio y de los arboles. O puede que no cite nada y que refiera las sentencias de mi abuela para explicar lo que estamos construyendo. Para saberlo tendrás que leerme. Y podrías sumarte. Firma el Llamamiento y súmate.
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