Se desconoce la titularidad de las viviendas, si son propietarios, si están de alquiler, si existen problemas de dependencia o discapacidad, si hay menores e incluso se carece de información de en qué situación económica real se encuentran estas familias
Zaragoza en Común ha denunciado que durante el año 2024 quedaron sin ejecutar en su totalidad las partidas para actuaciones urgentes, la destinada a medidas de seguridad y actuaciones en edificios catalogados o la de gerencia de Urbanismo dirigida al Plan de Mejoras Zamoray-Pignatelli que suman un millón de euros
El grupo municipal de Zaragoza en Común en el Ayuntamiento de Zaragoza ha pedido “alternativas dignas de vivienda” y la coordinación con los servicios sociales, “inexistente hasta ahora”, ante un nuevo desalojo inminente de tres edificios en el Casco Histórico por el mal estado de conservación, de ruina en algún caso, de los mismos y que afecta a más de 60 personas.
Se trata de los edificios de las calles Zamoray 13, Pignatelli 72 y Pignatelli 74 a los que se ha requerido el desalojo por el mal estado de conservación de los inmuebles, una medida que se toma como consecuencia del Plan Extraordinario de Inspección de Edificios.
Este plan no cuenta con una “mínima coordinación con el Área de Políticas Sociales y los servicios sociales municipales”, que van a tener que enfrentarse a esta situación sin contar con alternativas habitacionales de ningún tipo, algo que vienen señalando los profesionales de los servicios sociales. Estos denuncian carecer de respuestas ante este tipo de situaciones e incluso la propia consejera de Políticas Sociales, que ante preguntas de este grupo municipal , ha reconocido en varias ocasiones la situación de “colapso”.
Zaragoza en Común ha solicitado que el Plan de Inspecciones Urbanísticas se acompañe de ayudas económicas y acompañamiento social y técnico para que aquellos propietarios y comunidades sin recursos para hacer frente a las obras requeridas puedan acometerlas de manera adecuada, como sucedía en el PICH.
“El gobierno de la ciudad no puede actuar como elefante en cacharrería, con una improvisación total, sin alternativas habitacionales y dejando de un día para otro más de 60 personas en la calle”, ha alertado el concejal de Zaragoza en Común, Suso Domínguez.
Se desconoce la titularidad de las viviendas, en qué situación en relación al uso de las mismas se encuentran, si son propietarios, si están de alquiler, si existen problemas de dependencia o discapacidad, si hay menores e incluso se carece de información de en qué situación económica real se encuentran estas familias.
Anteriores desalojos: Cerezo, Armas, Mayor, Coso, Córdoba, Parque Roma
En el mes de octubre del 2024, ante diversos desalojos en la calle Cerezo por las fuertes lluvias, desde Zaragoza en Común se solicitó un plan de urgencia para habilitar viviendas suficientes para alojar a las familias de los hogares que se ven abocadas a abandonar sus casas ante un peligro de hundimiento.
Recientemente, en el mes de mayo de este año, el grupo municipal volvió a denunciar esta situación ante los desalojos de la calle Armas, calle Mayor y el Coso o la calle Córdoba, así como por el albergue ilegal de Parque Roma, en el que las familias únicamente han contado, en el mejor de los casos, con unos días de hospedaje en una pensión o en el albergue municipal.
“Hay una clara falta de alternativa habitacional”, ha denunciado Suso Domínguez.
El edil ha recordado las palabras de la alcaldesa Natalia Chueca en el debate sobre el Estado de la Ciudad, hablando sobre “luces, flores y garnacha”, una ciudad, a juicio de ZEC, “maquillada y sobre la que si se rascaba, se le veían las grietas”. “Pues bien, esas grietas hoy se hacen patentes en términos de vivienda, una vez más”, ha declarado Domínguez.
Este desalojo de tres edificios en el Casco Histórico va a suponer que no menos de 60 personas, la mayor parte de ellas familias con bajos recursos, tengan que abandonar su vivienda posiblemente de manera definitiva.
El mismo Plan Zamoray Pignatelli recoge que cuando las viviendas actuales no alcancen unas condiciones mínimas de seguridad, habitabilidad o accesibilidad, se plantearán realojos provisionales para su mejora o realojos definitivos en otras viviendas en la zona.
“Se está abandonando a su suerte a las familias afectadas por este tipo de situaciones. No solo no hay respuesta habitacional, sino que Natalia Chueca ha renunciado a ejecutar las partidas destinadas a las actuaciones en estos edificios y solares del Casco Histórico”, ha denunciado el edil.
Sin ejecutar un millón de euros para actuaciones urgentes
Zaragoza en Común ha denunciado que durante el año 2024 quedaron sin ejecutar en su totalidad las partidas para actuaciones urgentes, dotadas con 400.000 euros y sin gastar; la destinada a medidas de seguridad y actuaciones en edificios catalogados, de 300.000 euros, o la de gerencia de Urbanismo dirigida al Plan de Mejoras Zamoray-Pignatelli de otros 300.000 euros.
“Más de un millón de euros que deberían haber servido para paliar este tipo de situaciones como estas y que se han perdido mientras seguimos con una política de vivienda basada en grandes recalificaciones para lucro de constructoras y grandes empresas, y en regalar a 75 años suelo público, regado con abundantes subvenciones”, ha concluído Domínguez.