Zaragoza ha pasado de ser la primera capital de provincia en términos de inversión por habitante, calificada como “excelente” en 2015, a desaparecer de la lista
El Ayuntamiento de Zaragoza invierte 72 euros menos que la media estatal de los Ayuntamientos excelentes en servicios sociales
La comparativa con otras grandes ciudades como Barcelona es “escandalosa” ya que la capital aragonesa invierte 128 euros menos
Zaragoza, 3 de enero de 2024.- El grupo municipal de Zaragoza en Común ha denunciado la “estrepitosa caída en el ranking de calidad de los servicios sociales”, en el que Zaragoza ha pasado de ser la primera capital de provincia en términos de inversión por habitante, calificada como “excelente” en 2015, a desaparecer de la lista.
Así lo indica el estudio anual realizado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales que realiza un detallado análisis de los presupuestos que los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantes de España dedican a la partida de “Servicios Sociales y Promoción Social”.
Para Zaragoza en Común es una “terrible noticia” que la capital aragonesa, tras caer del primer puesto con el Gobierno de Zaragoza en Común al 37 con el gobierno de Azcón, ahora haya “desaparecido de la lista, directamente”.
Un análisis del informe presenta datos muy preocupantes de la regresión de la inversión de los servicios sociales: Zaragoza no alcanza siquiera el gasto medio de los Ayuntamientos excelentes en inversión, situado ahora en 126,77€/habitante, lo que supone casi 72 euros menos que la media estatal (que es de 198,71€/habitante).
Además, queda muy lejos de la inversión social de ciudades como Barcelona, el ayuntamiento con más gasto por habitante, con 254,82 euros (presupuesto de la anterior Corporación), es decir, Zaragoza invierte 128 euros menos que la capital catalana.
El estudio valora la inversión de los Ayuntamientos en los servicios sociales de las ciudades en base al gasto por habitante, también califica la no reducción de la inversión en promoción social respecto al año anterior, al esfuerzo inversor al representar éste un gasto social de al menos el 10% del presupuesto y un último criterio de transparencia financiera: que permita cotejar en el portal de Transparencia de la Web municipal el desglose presupuestario y el detalle del gasto imputado a la funcional 23 “Servicios Sociales y Promoción Social”.
2020, en picado
Zaragoza alcanzó la excelencia durante el Gobierno de Zaragoza en Común, reconociendo la calidad e inversión en servicios sociales de forma ininterrumpida durante todo el mandato, desde 2015 con un único paréntesis en el año 2019 debido a la prórroga presupuestaria, que impidió cumplir uno de los requisitos técnicos exigidos para ello.
Este aumento de la brecha en la inversión social de Zaragoza con el resto de grandes ciudades se produce en 2020, en un contexto de una crisis social y económica sin parangón consecuencia de la pandemia y que requería una apuesta firme y decidida por los servicios sociales.
En este contexto, el Gobierno del PP, lejos de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía optó por la no tramitación de ayudas de urgencia, muchas de ellas vinculadas a alquiler o suministro eléctrico, por poner algunos ejemplos, y que hicieron que los datos de tramitación de estas ayudas se situaran por debajo de los datos de 2019.
Esta limitación en el acceso a las ayudas ya hizo en 2020 que Zaragoza desapareciera del ranking de ‘ciudades especialmente sensibles’ que recoge el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales. La privatización de la línea 900, que limita el derecho de acceso en equidad a los servicios sociales, el cierre de algunos centros municipales y la falta recurrente del personal necesario “han acabado mermando la calidad de este servicio esencial para la ciudadanía y Zaragoza, en 2023, ha salido ha salido de todos los rankings recogidos por este prestigioso estudio”, ha señalado el edil de la formación, Suso Domínguez.
Zaragoza en Común ha recordado al Gobierno que un adecuado presupuesto, aún siendo importante, no es suficiente por sí solo para garantizar una buena atención a las necesidades de la ciudadanía. El concejal Suso Domíguez ha pedido una apuesta firme “por un modelo que vaya mucho más allá y se base en la consolidación de los derechos sociales, la calidad y la mejora en la atención desde los servicios sociales y en la centralidad de las personas como portadoras de derechos”.