El presupuesto ejecutado en el Plan Zamoray-Pignatelli no alcanza, tan siquiera, al dinero que ha recibido el Ayuntamiento por la residencia Pontoneros
Calles Dignas: “Año tras año, muchas de sus partidas presupuestarias no se acaban ejecutando. No podemos permitirnos que ese dinero se pierda dentro de un presupuesto ya excesivamente bajo para las necesidades reales y urgentes del barrio”

 

Zaragoza en Común se ha reunido con la plataforma vecinal Calles Dignas para realizar una revisión del Plan Especial de Protección y Mejora de Zamoray-Pignatelli, tras dos años desde su puesta en marcha, y 12 meses de retraso en su aprobación. Del total de los 27 millones de euros presupuestados para rehabilitar y dinamizar esta zona, se han presupuestado 11, pero han quedado cuatro millones sin ejecutar. “Ni siquiera han invertido todo el dinero que ha llegado de Pontoneros”, ha criticado el concejal de Zaragoza en Común, Suso Domínguez. 

La formación ha destacado cómo el presupuesto ejecutado en el Plan Zamoray-Pignatelli no alcanza, tan siquiera, al dinero que ha recibido el Ayuntamiento por la residencia Pontoneros, construida en el barrio. 

“Esta misma semana, se ha inaugurado la segunda fase, mientras la empresa adjudicataria lleva meses haciendo caja con sus tarifas que doblan las de las residencias de estudiantes europeas, pero no ha dado cumplimiento a ninguna de las obligaciones recogidas en el contrato para el barrio”, ha señalado Domínguez. 

“Pese a todos los anuncios por parte de este gobierno, son pocas las actuaciones reales”, ha señalado el concejal de ZEC, quien ha relatado cómo las partidas se han “vendido” año tras año pero no se han ejecutado. Así, el 2021 quedó con un 80% de lo presupuestado sin ejecutar, el 2022 un 25% y el 2023 un 35%. En total, cuatro millones de euros que no se han invertido en la zona. 

En este sentido, la crítica de Calles Dignas: “Año tras año, muchas de sus partidas presupuestarias no se acaban ejecutando, como reflejan los propios informes municipales, algunas de más de millón y medio de euros. No podemos permitirnos que ese dinero se pierda dentro de un presupuesto ya excesivamente bajo para las necesidades reales y urgentes del barrio. Tampoco es de recibo que se publiciten partidas presupuestarias destinadas al Plan que luego se usan para actuar en calles que no figuran dentro del Plan Especial”. 

La formación ha pedido que “se escuche a los vecinos” y se establezcan “mecanismos reales de participación ciudadana”. En este sentido, desde la Plataforma Calles dignas han pedido que, tal y como establece el Plan, se cree una mesa informativa constituida por representantes vecinales: residentes, propietarios y vecinos interesados y/o afectados, y representación técnica y política del Ayuntamiento. 

En esta, un técnico municipal haría de enlace entre el barrio y la administración, canalizando las preguntas y las propuestas ciudadanas para la mejora del barrio, proporcionando también información veraz y concreta del desarrollo de las acciones que el Ayuntamiento está llevando a cabo. “Esta mesa evitaría las fricciones y malentendidos entre los vecinos y el Ayuntamiento y bastaría con una reunión trimestral para mantenerlos  informados”, han hecho hincapié desde la plataforma. 

Desde el inició de proyecto, en 2020,  tanto las entidades vecinales como Zaragoza en Común “expresamos la necesidad de participación de la ciudadanía en especial de los y las vecinos de la zona para el diseño de ese Plan y no tener en cuenta esto es lo que retrasó su aprobación más de un año”, ha detallado Domínguez. El proyecto fue aprobado por el pleno municipal el 27 de junio de 2022 con los votos favorables de Ciudadanos, PP, Vox y ZeC y la abstención de Podemos y del PSOE.

En este sentido, desde Zaragoza en Común ha recordado que las demandas vecinales recogidas también en procesos participativos previos ponen el foco en la necesidad de vivienda digna en el barrio como motor para regenerarlo, así como en el abandono de los edificios por los especuladores tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que había empeorado las condiciones de vivienda del barrio y también la convivencia y salubridad. 

El edil ha hecho hincapié en que las mejoras en el barrio no pueden realizarse desde una óptica única de diseño arquitectónico, sino que debe ser el resultado del trabajo conjunto con los vecinos y con múltiples departamentos de la administración, relacionados sobre todo con la intervención social. En este sentido, en rueda de prensa, Domínguez ha manifestado la necesidad del diseño de un plan de intervención social-comunitario en la zona, con la implicación de los servicios sociales y entidades sociales y vecinales que lleve a cabo el próximo PlCH, Plan Integral del Casco Histórico, finalizado hace ya cuatro años. 

Sin embargo, desde su aprobación, “no se ha creado un foro estable para dar continuidad a la participación, muy necesaria en la priorización e implementación de las actuaciones”. “Los vecinos se enteraban por la prensa y no en pocas ocasiones han tenido que recurrir a la denuncia pública para que fueran escuchadas su quejas o sugerencias en temas tan importantes como las graves situaciones de deterioro de edificios, suciedad en solares”, ha lamentado Domínguez. 

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies