En un contexto de emergencia climática, la movilidad se convierte en una pieza clave para hacer frente a este desafío. Por esta razón, no hablamos de movilidad sin definirla como sostenible. Nuestro modelo se basa en la promoción del transporte público y de medios de transporte limpios frente al coche privado, tal y como hemos plasmado en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y hemos puesto en práctica con la compra de autobuses ecológicos, la creación de nuevos carriles bici o la instalación de electrolineras que funcionan con energía fotovoltaica.